Materias primas y energía: ¿Quién sabía?

Después de una década de letargo, las materias primas finalmente han despertado. En la década anterior, en nuestra opinión, las materias primas languidecieron debido a una combinación de demanda anémica y exceso de oferta. Esta nueva década está comenzando a ver un resurgimiento de la demanda de productos básicos impulsada por energías renovables y vehículos eléctricos.

En nuestra opinión, el nuevo catalizador que sustenta este impulsor de la demanda es poderoso. Según el Informe sobre el clima de 2021 de la ONU, se requiere una acción inmediata para reducir las emisiones de CO2 para evitar que las temperaturas aumenten 2 °C para fines de siglo. El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó el informe como un "código rojo para la humanidad". Casi el 60 % del dióxido de carbono producido por el hombre se produce mediante la generación de energía y el transporte, como se muestra en el siguiente cuadro de la Agencia Internacional de Energía (AIE). Todo esto para decir, la descarbonización se ha convertido en un viento de cola crítico de varias décadas.

El cambio a la energía renovable (como la energía solar o eólica) y los vehículos eléctricos requerirán cantidades significativas de materias primas. El gráfico de Schroders, a continuación, muestra la amplia gama de materias primas necesarias para vehículos eléctricos, generadores de energía y otras aplicaciones limpias.

Se espera que el crecimiento de los vehículos eléctricos crezca significativamente en esta década. De acuerdo con CNBC, el número total de vehículos eléctricos en la carretera sobrepasa los 11 millones. La AIE espera que este número alcance los 145 millones en 2030. Según la Perspectiva global de vehículos eléctricos de la AIE, si los gobiernos aumentan sus esfuerzos para cumplir los objetivos climáticos, la cifra mundial de vehículos eléctricos podría alcanzar los 230 millones para finales de esta década. La demanda de materia prima será significativa.

Los vehículos eléctricos tienen una composición diferente a la de los convencionales. Tomemos como ejemplo el caso del cobre. De acuerdo a la Asociación de Desarrollo de Cobre (CDA, por sus siglas en inglés), mientras que los vehículos convencionales tienen entre 18 y 49 libras de cobre, los vehículos híbridos tienen aproximadamente 85 libras, los eléctricos híbridos enchufables usan 132 libras y un vehículo eléctrico de batería contiene 183 libras. Como resultado, a medida que las ventas de los vehículos eléctricos sigan en alza, la necesidad de cobre aumentará significativamente. El crecimiento de vehículos eléctricos también aumentará la demanda de una amplia gama de materias primas como se muestra, a continuación a la izquierda, en el gráfico de Bloomberg. 

El análisis de Frost & Sullivan, “Oportunidades de crecimiento derivadas de la descarbonización en el mercado energético global, 2019-2030” muestra un aumento significativo en las energías renovables, particularmente la solar y la eólica. Esto está respaldado por la caída en los costes y las favorables políticas de energía renovable que han adoptado los gobiernos a nivel mundial.

Como resultado, se espera que las adiciones de capacidad solar fotovoltaica y eólica crezcan significativamente en esta década. Frost & Sullivan estima que se invertirán 2.72 billones de dólares en energía eólica y solar, de modo que para 2030, un 37,9 % de la capacidad instalada será una combinación de energía solar y eólica. Ambos serán una fuente de demanda de materias primas como se ve en el gráfico de Goldman Sachs.

Por lo general, WE Family Offices recomienda a su clientela utilizar un enfoque doble para intentar aprovechar esta megatendencia. La primera es invertir en la infraestructura de la energía renovable. La segunda es invertir en recursos. 

En nuestra opinión, la infraestructura de energía renovable es capaz de capitalizar el aumento de demanda mundial de electricidad y el aumento de las energías renovables (por ejemplo, solar y eólica) para generar ese mayor suministro de electricidad. Los avances tecnológicos, los costes significativamente reducidos y el compromiso de descarbonización están impulsando y acelerando la transición hacia fuentes de energía más limpias. La necesidad de energía limpia es muy alta, para descarbonizar, abordar la energía es esencial. El cambio a los vehículos eléctricos aumentará la demanda de electricidad, particularmente de fuentes limpias. Las fuentes de energías limpias son la infraestructura habilitadora clave.

Este nuevo ciclo económico y de mercado será diferente al anterior para las materias primas/recursos, en nuestra opinión. La década pasada fue un ciclo difícil para los recursos. Este nuevo ciclo, que recién ha comenzado, debería ser uno mejor debido a un mayor nivel de inversión gubernamental intensiva en materias primas y una nueva demanda de energía alternativa. Además, los productores de materias primas generalmente han tenido una capacidad restringida durante una década, resultando en que la oferta, en comparación con la demanda, sea mucho más ajustada. En nuestra opinión, la valoración tanto de los recursos como de las materias primas es más atractiva frente a las acciones y los bonos. Asimismo, creemos que los recursos como las materias primas pueden funcionar mejor en un ambiente de mayor inflación.

Esta revolución industrial verde recién está comenzando. De acuerdo con Mark Lewis, estratega jefe de sostenibilidad de BNP Paribas Asset Management, “es muy probable que las próximas tres décadas traigan un superciclo de inversiones en infraestructuras de energía limpia, transporte limpio y todo lo demás que se requiere para hacer posible el cambio verde”. Esta creciente demanda de energías renovables y tecnologías limpias puede ser un nuevo y poderoso impulsor de las materias primas a largo plazo.

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